Áreas del Nivel Primaria


1. Área: Comunicación Integral

En Educación Primaria, el área de Comunicación Integral tiene como propósito desarrollar las capacidades comunicativas de los estudiantes, las mismas que ya han sido promovidas desde el Nivel Inicial; así como desde la familia, las instituciones y la comunidad. Además, en el Nivel Primario, se busca el despliegue de tales capacidades en interacción con diversos tipos de textos, en variadas y auténticas situaciones de comunicación, con distintos interlocutores y en permanente reflexión sobre los elementos básicos de la lengua, con el fin de favorecer una mejor comunicación.
Considerando que el lenguaje es el vehículo para entender, interpretar, apropiarse y organizar información proveniente de la realidad; el área de Comunicación Integral se constituye como el eje central en el desarrollo de los aprendizajes de las demás áreas, debido a la naturaleza instrumental y transversal de las competencias y las capacidades que la integran.

2. Área: Lógico Matemática

En un mundo de extraordinarios y acelerados cambios en el cual surgen y evolucionan continuamente nuevos conocimientos, herramientas y formas de usar y comunicar la matemática, hay consenso social a nivel mundial sobre la importancia de ésta y la necesidad de todos los estudiantes de aplicarla en forma pertinente en la vida diaria. Por esta razón se considera como finalidad del área el desarrollo del pensamiento lógico – matemático a través de la adquisición de una cultura matemática que proporcione recursos para la vida; esto implica habilidades y destrezas cognitivas para desarrollar aprendizajes más complejos como el aprender a pensar y aprender a aprender, promoviendo la participación consciente y activa de los estudiantes en la construcción de nuevos conocimientos con una actitud de reflexión – acción abierta, de análisis crítico y con capacidad de adaptación a las necesidades emergentes de la sociedad.
El pensamiento lógico - matemático se va estructurando desde los primeros años de vida en forma gradual y sistemática. El niño y la niña observan y exploran su entorno inmediato y los objetos que lo configuran, estableciendo relaciones entre ellos al realizar actividades concretas a través de la manipulación de materiales, participación en juegos didácticos, elaboración de esquemas, gráficos, dibujos, entre otros. Estas interacciones les permiten representar y evocar aspectos diferentes de la realidad vivida, interiorizarlas en operaciones mentales y manifestarlas utilizando símbolos como instrumentos de expresión, pensamiento y síntesis de las acciones que despliegan sobre la realidad, para luego ir aproximándose a niveles de abstracción.
Al empezar su escolaridad, los estudiantes ya poseen cierto nivel de desarrollo de sus estructuras cognitivas, llevan al aula una considerable experiencia matemática, a partir de la cual pueden seguir avanzando en la construcción de su conocimiento lógico - matemático, hacer conjeturas y elaborar modelos matemáticos a partir de situaciones problemáticas de su realidad. Entonces, se aprende matemática para entender el mundo y desenvolvernos en él, comunicarnos con los demás, resolver problemas y desarrollar el pensamiento lógico - matemático.

3. Área: Ciencia y Ambiente

El área de Ciencia y Ambiente contribuye a la formación integral de las niñas y niños, desarrollando sus capacidades intelectuales y fortaleciendo sus valores, en un proceso continuo y permanente de formación de su personalidad. Asimismo facilita el mayor despliegue de su inteligencia y madurez y el uso consciente de sus posibilidades, mediante el desarrollo de actividades vivénciales que comprometen procesos de reflexión-acción y acción-reflexión. En este nivel, para entender los fenómenos científicos y tecnológicos contemporáneos, es necesario desarrollar el pensamiento científico basándose en el logro de evidencias, en la comprensión de las relaciones producto de sus observaciones directas, en nociones científicas y en la evaluación de las complejas relaciones que se dan en el mantenimiento de la vida. Busca que los niños y las niñas se comprometan en la conservación de su ser integral, buscando la armonía con el ambiente y sepan hacerlo con actitud reflexiva y crítica sin ocasionar daños sociales ni ecológicos.
El mayor desafío para el área Ciencia y Ambiente es el paso de la simple manipulación de un artefacto al conocimiento científico que fundamenta su funcionamiento. No es suficiente saber cómo funciona un artefacto, manipular un producto o intervenir en un proceso. Lo que se necesita es conocer y apropiarse intelectualmente de la lógica interna que gobierna los procesos, los principios y las relaciones, a fin de comprender las consecuencias de la intervención humana en ellos y participar en la construcción de un desarrollo sostenible. De este modo, el área ofrece oportunidades para aprendizajes significativos que respondan a los intereses y necesidades de los niños y niñas, permitiéndoles construir un modelo de cómo es y cómo funciona su entorno natural. Al mismo tiempo aprenderán a valorar y conservar los conocimientos científicos y tecnológicos acumulados ancestralmente por los antiguos pobladores peruanos, así como a respetar la cosmovisión científica andina y selvática, integrándolos a los conocimientos científicos actuales, en una visión global.
En el I y II Ciclo de la Educación Primaria, las actividades de aprendizaje se centran en la exploración del ambiente, reconociéndose como parte de él, así como, en las acciones sobre objetos y seres, propiciando una actitud de curiosidad, interés y respeto hacia la naturaleza y al desarrollo de capacidades de percepción, experimentación, establecimiento de relaciones y aplicaciones a la solución de problemas.
En el III Ciclo los aprendizajes también requieren de actividades vinculadas con objetos y seres de su entorno, que les permita establecer relaciones y generalizaciones vinculadas con los principios científicos. Así mismo las actividades favorecerán la aplicación de estos aprendizajes en su vida cotidiana, facilitando el paso de lo concreto a lo abstracto y desarrollando capacidades para indagar conocimientos científicos, juzgar las consecuencia de sus actos y transformar creativamente su entorno.

4. Área: Personal Social

Esta área tiene como finalidad contribuir con el desarrollo integral de las niñas y de los niños como personas y como miembros activos de una comunidad. El área comprende competencias, capacidades y actitudes que les permite a los estudiantes convivir democráticamente, desarrollar su identidad y su sentido de pertenencia a una comunidad (local, regional, nacional, latinoamericana y mundial), así como reflexionar y comprender los procesos naturales, históricos y socioculturales.
Para lograr esto, las capacidades de grado que se proponen en esta área han sido organizadas en torno a dos componentes:
a. CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD Y CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA
Responde a la necesidad de desarrollar la identidad personal y social del niño y de la niña; y enfatiza el desarrollo positivo de su autoestima, lo que implica crear condiciones pedagógicas – en el aula y en la escuela – para que cada estudiante logre: conocerse y valorarse positivamente, tener confianza y seguridad en sí mismo (a), expresar sus sentimientos de pertenencia a un grupo social, aceptar sus características físicas y psicológicas; y valorar positivamente su identidad sexual.
b. ORIENTACIÓN Y COMPRENSIÓN ESPACIO TEMPORAL
Responde a la identificación del niño y de la niña con su medio social, para que se reconozca como protagonista de una historia familiar, escolar, local, regional y nacional, participando en la protección y conservación del patrimonio material e inmaterial del Perú.
En relación con la historia y geografía nacionales resulta imprescindible que el niño y la niña logren un manejo adecuado de conceptos témporo – espaciales, para que vinculen de manera efectiva los hechos de su vida cotidiana con procesos históricos más amplios: familiares, locales, regionales y nacionales.

5. Área: Educación Religiosa

El área de Educación Religiosa en el nivel de Educación Primaria pretende dar a conocer a los niños y niñas del Perú, las principales verdades de la fe cristiana; verdades que constituyen el núcleo de nuestra cultura y uno de los rasgos de nuestra identidad peruana. Los contenidos de Educación Religiosa que se desarrollan en los diferentes grados, parten de una visión antropológica que ayuda al educando a situarse frente a las realidades naturales y materiales percibidas como dones de Dios y como elementos importantes para el desarrollo personal de todo ser humano. El conocimiento de esta realidad le ayuda a despertar su responsabilidad en el cuidado y desarrollo de la naturaleza. Le ayuda también a ubicarse frente a sí mismo con la valoración de su persona, con el reconocimiento de sus capacidades y virtualidades dadas por Dios para su desarrollo pleno como hijo de Dios, creado a su imagen y semejanza. A partir de esto, el educando descubre que está llamado a valorar la vida, a desarrollarla y a defenderla como un don de Dios. Lo sitúa frente a los demás seres semejantes a él, hombres y mujeres, con la misma dignidad y los mismos derechos, llamados a desarrollarse en comunidad a través del conocimiento y la comunicación de la Verdad y del Bien, (conocimiento de Dios y de su proyecto de salvación) por el diálogo abierto y respetuoso con las personas que no participan de sus mismas ideas o criterios religiosos. Esta comunicación de la Verdad y del Bien le lleva a descubrir una meta trascendente en su vida: formar la gran comunidad de los hijos de Dios y a trabajar desde ya por una nueva sociedad sin marginados ni excluidos. Toda esta concepción antropológica se ilumina y fundamenta desde el plan salvador de Dios, expresado en la revelación de Cristo, Hijo de Dios que nos revela el plan amoroso de Dios para toda la humanidad y toda la creación.
El conocimiento del plan de salvación de Dios para todos los seres humanos hace que la historia se haga historia de salvación y que los hechos y acontecimientos humanos adquieran una dimensión trascendente a la luz de Cristo resucitado.
La Historia de Cristo, su mensaje y sus hechos constituyen así, para el educando, el marco de referencia para un vivir, pensar y actuar como cristiano, personal y comunitariamente, e ir forjando en el día a día esta historia de la salvación. De esta forma, el estudio de la doctrina de Cristo, su interiorización y el proceso de confrontación con la vida diaria se presenta como el itinerario de todo cristiano en su opción por Cristo como Camino, Verdad y Vida. De esta vivencia y confrontación constante con la vida se va perfilando la formación de una conciencia ética y moral recta, cimentada en la vivencia de valores y virtudes cristianas que abrirá toda nuestra vida a un horizonte de plenitud y trascendencia. Para lograr todo esto, es preciso despertar el sentimiento religioso en los educandos desde los primeros grados, para que vayan adquiriendo poco a poco experiencias religiosas y de esa forma vayan fundamentando y fortaleciendo la fe que profesan.

6. Área: Educación Física

En la Educación, la persona y su desarrollo integral son el centro del proceso educativo; dentro de esta perspectiva, la Educación Física se reconoce como un proceso formativo dirigido al desarrollo de capacidades y habilidades motrices y físico-deportivas y conocimientos específicos sobre los contenidos que abarca, así también como de actitudes y valores que contribuyen a formar su personalidad; porque es concebida como un área curricular.
A través del Área de Educación Física se asume una visión holística del cuerpo como “unidad” que piensa, siente y actúa simultáneamente y en continua interacción con el ambiente, desarrollando todas sus dimensiones: biológicas, psicológicas, afectivas y sociales; dentro de esta área el desarrollo de la motricidad está considerado como un aspecto esencial.
En la Educación Física están consideradas dos categorías antropológicas: nuestro organismo (CUERPO) y su capacidad de acción y expresión (MOVIMIENTO), que son los ejes principales a partir de los cuales se organiza la acción educativa generadora de aprendizajes corporales.
La indicada visión holística del cuerpo considera las dimensiones humanas y garantiza su desarrollo integral, tomándolos como base sustentatoria sobre la que descansa el proceso formativo.

7. Área: Educación por el Arte

El arte tiene como objetivo fundamental, promover la expresión de cada individuo a partir de su historia personal y su percepción de la misma, y del mundo que lo rodea.
La propuesta del área de Educación por el Arte tiene como propósito desarrollar las capacidades comunicativas de los estudiantes, generando vivencias desde las formas de expresión artística: la música, las artes plásticas, el teatro y la danza. Busca que todos los alumnos participen, vivencien el arte y se promueva a partir de ello, el desarrollo del pensamiento divergente y la creatividad, el fortalecimiento de su sensibilidad, el disfrute por el arte, el reconocimiento y apreciación de las características de su propia cultura y de otras, el reconocimiento y construcción de su propia identidad, la afirmación de su personalidad a través de la identificación y expresión de sus gustos personales, como también el descubrimiento de sus posibilidades y limitaciones.

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